La
Unión Europea (UE), afectada por la crisis económica, vive este miércoles una
nueva jornada de protestas contra el creciente desempleo y las medidas de
austeridad.
Unos
40 grupos de 23 países participan desde la madrugada de este miércoles en
diferentes movilizaciones.
Decenas
de miles de manifestantes han salido a las calles.
Las
principales protestas han tenido lugar en España, Grecia, Portugal e Italia,
con focos de apoyoen Bélgica, Alemania, Francia, Reino Unido y algunos miembros
de la UE en el este del continente.
Huelgas
generales en España y Portugal han paralizado el transporte público, los
comercios y las escuales. En Madrid se han registrado enfrentamientos entre la
policía y grupos de manifestantes.
En
Barcelona, durante la madrugada fueron removidos de las calles varios
centenares de contenedores de basura para evitar que sean incendiados por
grupos de manifestantes, según reportó el corresponsal de la BBC en esa ciudad,
Duncan Crawford.
"La
austeridad es un callejón sin salida y debe ser abandonada", dijo la
Confederación Europea de Sindicatos en un comunicado.
Los
paros generales en España y Portugal también han producido retrasos en los
aeropuertos de Madrid y Lisboa.
Por
otra parte, varias aerolíneas han suspendido sus vuelos desde y hacia España,
Portugal y Grecia, donde se lleva a cabo un paro parcial.
La
pregunta que se hacen algunos observadores es qué tan útiles pueden resultar
estas movilizaciones para alterar el curso de las medidas de austeridad.
Protestas
continentales
Los
sindicatos en España y Portugal comenzaron sus huelgas para protestar contra
las medidas de austeridad que han llevado a las reducciones salariales, de
pensiones y servicios sociales mientras han subido los impuestos.
Italia
ya inició una huelga nacional de cuatro horas, en la que participan los
trabajadores de transporte, mientras Grecia lleva a cabo su tercera protesta masiva
en dos meses, a medida que el país trata de reducir su déficit presupuestario
de acuerdo con las demandas internacionales.
El
gobierno debe hacer frente el próximo viernes a unos 5.000 millones de euros en
vencimientos (unos US$6.350 millones) y dice que necesita el dinero del rescate
para evitar la bancarrota.
Grecia
debe aplicar un paquete de recortes salariales y de pensiones, además de
reformas al mercado laboral y el presupuesto de 2013, para recibir la próxima
cuota de su rescate, un pago de 31.500 millones de euros (unos US$40.000
millones) del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea que ha estado
retenido durante meses.
El
corresponsal de la BBC en Atenas, Mark Lowen, dice que la rabia de la población
griega está en aumento por las propuestas para un quinto recorte consecutivo a
las pensiones y el incremento a la edad de retiro, además de las reducciones
salariales, a las prestaciones y a la salud pública.
En
Francia, el sindicato CGT convocó huelgas en el sector público, pero es incierto
cuántos trabajadores participan hasta ahora.
Las
protestas no son antigubernamentales, dicen los corresponsales, sino más bien
una manera en que los trabajadores se solidarizan con sus colegas del resto de
Europa.
Si
bien algunos sindicatos en Bélgica le dijeron a la BBC que no se manifestarán,
todos expresaron su solidaridad con la jornada, en la que se espera haya
protestas en las afueras de las embajadas de Alemania, España, Grecia, Chipre,
Portugal y la República de Irlanda.
¿Son
útiles las huelgas?
La
huelga general ha sido un instrumento fundamental de protesta desde la génesis
de los movimientos obreros, explica Matías Zibell, de BBC Mundo.
"La
propuesta no es nueva. Los socialistas franceses y belgas la han planteado
continuamente desde 1848 pero la medida nació en Inglaterra durante el rápido y
poderoso desarrollo del cartismo entre los trabajadores ingleses que siguió a
la crisis de 1837", escribía en 1873 uno de los padres del marxismo,
Frederick Engels.
Pero,
como le dijo a BBC Mundo el analista español José María Román Porta, han pasado
varios años desde el siglo XIX.
"Las
huelgas revolucionarias han quedado en el pasado. La democracia convirtió la
huelga de una acción revolucionaria a un derecho", explica.
Así,
las huelgas son consideradas por algunos un instrumento democrático y cívico al
que pueden recurrir los pueblos.
Pero
aunque pocos cuestionan el derecho de los trabajadores de convocar a la huelga
general, no todos creen que ésta sea efectiva en todos los casos.
"Si
(la huelga) es efectiva o no es algo que el movimiento obrero debe considerar
en el momento de cada convocatoria. Yo creo que es un derecho fundamental que
no debe delimitarse. Pero sí pienso que como instrumento, si se utiliza con
demasiada frecuencia, pierde efectividad”, le dice a BBC Mundo desde Bogotá el
profesor Miguel Urrutia, autor del libro "Historia del sindicalismo
colombiano".
Pero
para el maestro argentino Hugo Yasky, dirigente de la Central de Trabajadores
Argentinos (CTA), la efectividad de las protestas sindicales no debe medirse
como si cada huelga fuera un episodio aislado, sino como un eslabón.
"En
Argentina, en la década del 90, huelgas que parecían destinadas al fracaso
fueron acumulando un grado de rechazo a las políticas neoliberales de ese
momento que luego permitió el cambio de rumbo que estamos viviendo ahora".