Juan Concepción Lora (Marrón), quien fuera vendedor de chicharrones por más de 50 años, dijo con lágrimas en sus ojos y palabras entrecortadas que aún a su avanzada edad debe salir diariamente a realizar la tarea de pedigüeño para sostenerse.
Afirmó sentirse cansado lo que atribuyó a su avanzada edad.
Cifró su esperanza en el presidente Medina, al que calificó como un gobernante humanitario y preocupado por los problemas que afectan a la población dominicana.
El anciano reside en una humilde vivienda que construyó en 1949 en la avenida España de esta ciudad.
Por Tony Balbuena
