Cooperativa Coofalcondo preocupada por el consumismo
excesivo en la población Dominicana
Por: Miguel Hernández
Las inquietudes y preocupación fueron señaladas en su más
reciente articulo impreso en su boletín numero dos, de dicha institución cooperativista titulado “Deseos –vs- Pobreza” el cual resalta la magnitud exagerada de consumismo que en la actualidad exhibe la ciudadanía dominicana.
La pobreza no es una condición hereditaria del ser
humano, llega a él porque la persigue en la medida que desborda sus apetencias,
es por lo que Platón dijo: “La pobreza no viene por la disminución de la
riqueza, sino por la multiplicación de los deseos”. Sostuvo Coofalcondo.
Maslow que estudio la insatisfacción desmedida del hombre
con relación a sus necesidades cada vez más extravagantes dijo: “El hombre es
un ser insatisfecho, nunca termina de pretender cosas más elevadas”. Esto se
percibe en la vida diaria entre familias más humildes que son quienes hacen
los multimillonarios, aunque dejen de comer y cubrir sus necesidades básicas,
ya que siempre desean cosas que no necesitan. No cabe dudas que la tecnología ha
contribuido a la miseria de millones de seres humanos, lo que se demuestra en
lo siguientes ejemplos: los teléfonos y el Internet que si bien son
instrumentos de gran utilidad sobre todo para el comercio, en el común de los
casos se observa que personas sin empleos tienen dos teléfonos de última
generación, uno de ellos con Internet otros que trabajan Internet en la casa,
en el trabajo y en el móvil, obviamente todo un dispendio de recursos, siendo
el principal el dinero.
Unos y otros consumen miles de pesos dominicanos al mes,
sin que ellos represente ningún valor agregado, sobre todo para los primeros.
Pues lo que se persiguen es estar a la moda independientemente del daño
financiero que ese gasto innecesario les ocasiona a las personas y a las
familias. Obviamente un modo irracional del manejo de los recursos. El uso
desbordado e innecesario de los electrodomésticos es una forma extravagante en
que millones de familias de muy escasos recursos económicos dilapidan los
recursos y profundizan su pobreza. Compran neveras, radios de alto poder,
estufas y televisores por solo hecho de estar en la moda, para decir que tienen
un equipo moderno. Lo real es que en miles de hogares con equipos pos modernos
no pueden encender la estufa porque no tienen que cocinar, una paradoja
ingrata de un mundo que cada día se encamina más a lo irracional. La presunción
de vestir con los diseños de un modisto de trayectoria internacional, es otro
de los tantos dilemas de los pobres del mundo, van a los centros donde se
distribuyen esas mercancías y no advierten sus precariedades ni las deudas que tienen
y salen con el mejor traje y luego llegan los dolores de cabeza que se hacen
habituales en las mentes de quienes no usan la razón y la prudencia a la hora
de contraer deudas. Argumento la cooperativa, en su más reciente boletín.
Y que no decir de las tarjetas de créditos, ese plástico
que induce a que se compre generalmente lo que no se necesita porque se paga
después, ciertamente con interés que ni el mejor financistas puede descifrar y
por tanto es desconocido. Por otra parte se va al supermercado y se compra un
33% de cosas que no son imprescindibles con la agravante de que hay estudios qu
certifican que el 42% de los productos adquiridos se dañan por múltiples
razones. Lo indicado ocurre en República Dominicana y en la mayoría de los países del universo, por lo que no es extraño que los seres humanos adultos de
los países llamados desarrollados estén endeudados en un 140% por encima de su
capacidad de pago. Es comprensible que con salarios mensuales que no alcanzan los 60 mil pesos dominicanos, ninguna familia con más de dos hijos puede
sobrevivir sin deudas, pensarlo es una insensatez siendo saludable evitar
contraer compromisos innecesarios. Por lo que es atinado seguir lo que dijo el
presidente de Uruguay José Mujica en la entrevista que le hizo el periodista
Danilo Arbilla, reproducida por le Listín Diario el 24 de marzo del 2013, este
dijo: “Ser feliz es fácil y en esto estoy absolutamente en minoría porque la sociedad
va por otro lado. Pero yo si creo que uno es feliz con poco… Ahora, si usted va
a vivir para trabajar y para consumir y pagar cuentas, es una condena de vida”.
Las personas de escasos recursos económicos tienen la obligación de cambiar el
padrón conductual consumista e irracional que le domina, para evitar continuar
viviendo sumergido en la pobreza al constituirse en esclavo de los placeres, de
lo contrario continuará haciendo más rico al rico, razón por la cual las
grandes fortunas están concentradas en unas cuantas manos, sin importar la
sociedad. Tenemos que ser feliz y más a ustedes evitemos el consumismo excesivo
manifestó la Cooperativa de Servicios Múltiples COOFALCONDO.