En un comunicado, el portavoz adjunto del departamento de Estado, Mark Toner, indicó que EEUU “es consciente” de la decisión tomada por la República Dominicana de iniciar la deportación de personas “que se considera que se encuentran en el país de forma ilegal”.
“Al mismo tiempo, urgimos a la República Dominicana a que evite deportaciones masivas y a que lleve a cabo las deportaciones de manera transparente con total respeto a los derechos humanos”, añadió Toner.
Protocolos y procedimientos
EEUU pidió que las deportaciones se ajusten a protocolos y procedimientos “claros, disponibles públicamente y verificables” y que sean “consistentes” con la ley dominicana y con sus compromisos y obligaciones internacionales.
“Urgimos al Gobierno de la República Dominicana a permitir la observación de las deportaciones, incluidas las fronteras, por parte de grupos de la sociedad civil y organizaciones internacionales como la Organización Internacional para la Migración y la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados”, indicó Toner.
Iniciaron proceso
Un operativo conjunto de la Dirección Nacional de Migración y de la Policía Nacional dominicanas inició el proceso que dará lugar a la deportación de aquellos extranjeros que se encuentran en situación irregular en República Dominicana, en su mayoría haitianos.
EEUU también se mostró “muy preocupado” de que individuos con derecho a la ciudadanía o elegibles para permanecer en la República Dominicana “no hayan tenido tiempo y medios suficientes para regularizar su situación”.
Por ello, tildó de “imperativo” que el país caribeño analice “de forma efectiva” a los potenciales deportados para determinar “si son ciudadanos dominicanos o elegibles para naturalización o regulación”.
“En todos los casos, la República Dominicana debe tomar medidas adecuadas para prevenir el riesgo de apatridia y la confiscación discriminatoria de documentos”, apuntó el departamento de Estado de EEUU.
La diplomacia estadounidense también instó a República Dominicana y Haití a colaborar para lograr un retorno “seguro y ordenado” de los inmigrantes a través de su frontera compartida.
