LAS VEGAS. Mike Tyson sigue soltando prendas sobre
su vida loca dentro y fuera de las doce cuerdas.
Pese a revelar que fue un adicto al sexo y las
drogas en su reciente autobiografía, "Undisputed Truth" Tyson no se
arrepiente de su pasado.
"Así es la vida. No todo va siempre como
uno quiere. Pero fue mi vida y estuvo bien. No quiero mirar atrás", suelta
la lengua con la misma fuerza de su recto de derecha.
El ex púgil, que estuvo tres años en la
cárcel por violación, revela en su autobiografía que tomó cocaína antes de
algunas peleas y que evitó los controles antidoping con orina limpia de un pene
falso.
Tyson aseguró que es "el hombre más malo
del planeta" formaba parte de una campaña de imagen y que el odio entre
boxeadores es "más un cliché".