Ciudad
del Vaticano, 4 nov. (EFE).- El papa Benedicto XVI afirmó este
domingo que el amor a Dios y al prójimo son "dones
inseparables", que mantienen entre sí una "relación recíproca"
dentro de un mismo mandamiento y que nos pueden llevar a conseguir la armonía y
la paz en nuestras familias, comunidades y países. Durante el rezo del Ángelus
dominical desde la plaza de San Pedro del Vaticano, el pontífice aludió además
al "Tratado del amor de Dios" del español san Juan de Ávila,
recientemente proclamado doctor de la Iglesia, para hablar del
"mandamiento del amor", el tema que propone el Evangelio este
domingo.
"Antes
que ser un mandamiento, el amor es un don, una realidad que Dios nos permite
conocer y experimentar para que, como una semilla, pueda germinar también
dentro de nosotros y desarrollarse en nuestra vida", dijo Benedicto XVI.
"Si
el amor de Dios ha echado raíces profundas en una persona, esta está en
disposición de amar también a quien no lo merece, como precisamente hace Dios
con nosotros. El padre y la madre no aman a los hijos solo cuando lo merecen:
los aman siempre, aunque naturalmente les hacen entender cuando se
equivocan", agregó.
En
esa "relación recíproca" entre el amor a Dios y al prójimo, Benedicto
XVI aseguró que se produce también el "camino inverso", es decir, que
si el ser humano se abre al prójimo tal y como es, si va a su encuentro, puede
llegar a "conocer a Dios, a sentir que existe y que es bueno".
"Amor
a Dios y amor al prójimo son inseparables y mantienen una relación recíproca.
Jesús no inventó ni el uno ni el otro, sino que reveló que estos son, en el
fondo, un único mandamiento y lo hizo no solo con la palabra sino, sobre todo,
con su testimonio", indicó el papa.
"Amando
a Dios, el único, y amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos,
construimos la armonía y la paz en nuestras familias, en nuestras comunidades y
en nuestros países", añadió el pontífice.
Ya
en español, Benedicto XVI quiso saludar con afecto a los peregrinos de lengua
española, en particular a los profesores y alumnos del Instituto Bioclimático
de Badajoz (España).
"Con
el mandamiento del amor que se proclama hoy en el Evangelio, Jesús nos indica
cual ha de ser nuestra actitud hacia su palabra: escucharla, meditarla y
guardarla en el corazón, haciendo de nuestra vida un testimonio gozoso y
continuo de caridad", dijo en español. EFE