Por:
Jonaivis Gómez
Como va a
adelantar un país la cual a las nueve de la mañana de un Jueves Corpus, un día
tan distinguido y respetado que hasta no laborable lo ponen, se disponen a
tirar un alto parlante a las calles desde las primeras horas de la mañana
anunciando unas famosas patronales del pueblo de Bonao.
Señores autoridades
aprendan a respetar a los demás, para que lo respeten, un poco de la historia
para que aprendan de este día.
Hoy se
celebra el Día de Corpus Christi, conocido también como la Solemnidad del
Cuerpo y la Sangre de Cristo. Anteriormente era llamada Corpus Domini (Cuerpo del Señor) y es celebrada por la
Iglesia católica que la conmemora con una eucaristía.
Su principal
finalidad es la adoración a la presencia de Jesús. Corpus Christi es la fiesta
del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la
Eucaristía.
Este día se
recuerda la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves
Santo durante la Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo
y en su Sangre.
La
celebración se lleva a cabo el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima
Trinidad, que a su vez tiene lugar el domingo siguiente a Pentecostés (es
decir, el Corpus Christi se celebra 60 días después del Domingo de
Resurrección).
Específicamente,
Corpus Christi es el jueves que sigue al noveno domingo después de la primera
luna llena de primavera del hemisferio norte. En algunos países esta fiesta ha
sido trasladada al domingo siguiente para adaptarse al calendario laboral.
Historia
La
celebración de Corpus Christi fue instituida por el propio Jesucristo la noche
del Jueves Santo, mientras se encontraba junto a los doce discípulos en
la Última Cena.
De acuerdo con
historiadores la fiesta surgió en la Edad Media, cuando en 1208 la
religiosa Juliana de Cornillon promueve la idea de celebrar una festividad en
honor al cuerpo y la sangre de Cristo presente en la Eucaristía. Así, se
celebra por primera vez en 1246 en la Diócesis de Lieja (Bélgica).
En el año
1263, mientras un sacerdote celebraba la misa en la iglesia de la localidad de
Bolsena (Italia), al romper la hostia consagrada brotó sangre.[1] Este hecho
milagroso, muy difundido y celebrado, dio un impulso definitivo al
establecimiento como fiesta litúrgica del Corpus Christi. Fue instituida el 8
de septiembre de 1264 por el papa Urbano IV, mediante la bula Transiturus hoc
mundo. A Santo Tomás de Aquino se le encarga difundirla con su obra Oficio y
Misa del Corpus, además de componer himnos eucarísticos para la fiesta, como el
Pange Lingua.
En el
Concilio de Vienne de 1311, Clemente V dará las normas para regular el cortejo
procesional en el interior de los templos e incluso indicará el lugar que
deberán ocupar las autoridades que quisieran añadirse al desfile.
En el año
1316, Juan XXII introduce la Octava con exposición del Santísimo Sacramento.
Pero el gran espaldarazo vendrá dado por el papa Nicolás V, cuando en la
festividad del Corpus Christi del año 1447, sale procesionalmente con la Hostia
Santa por las calles de Roma.
En muchos
lugares es una fiesta de especial relevancia. En España existe el dicho
popular: Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo,
Corpus Christi y el día de la Ascensión, lo que da idea del arraigo de esta
fiesta.
Las
celebraciones del Corpus suelen incluir una procesión en la que el mismo Cuerpo
de Cristo se exhibe en una custodia.
El
buey habló
Durante
muchos años en República Dominicana se ha vinculado la celebración del Corpus
Christi con la leyenda de que un buey habló a su amo por no respetar este día
de recogimiento.
Cuenta la
leyenda que un campesino, haciendo caso omiso a esta celebración cristiana,
salió a arar la tierra con su buey y que éste le habló, reprochándole que ni
siquiera ese día lo dejaba descansar.
Sin embargo,
esta leyenda es negada por representantes de la iglesia católica.