Lo que nunca se dijo sobre Loma Miranda
Por: Miguel Hernández
Diferentes instituciones, grupos ecológicos, sectores
gubernamentales, religiosos, profesionales y universidades dedicadas a la investigación
de nuestra montaña han opinado sobre los yacimientos y explotación o no de esta
montaña, pero en esta ocasión el más reciente boletín publicado por la
Cooperativa Coofalcondo, aclara una serie de precisiones y verdades que todos
esos sectores deben conocer.
Loma Miranda pasó desapercibida por siglos ante los ojos de
quienes abogan por el cuidado de los recursos naturales. Nunca se percataron ni
se dijo del corte indiscriminado de árboles que se llevó a cabo en esa loma para
aserraderos, quema de carbón y leña, lo que ocasionó que los cuatros riachuelos
que pasan por su entorno redujeran sus caudales a niveles significantes. Hoy
porque la empresa minera (Falcondo) que tiene una concesión dada por el Estado
Dominicano del 19 de diciembre de 1955, refrendada por el Congreso de la
República en los años 1956, 1969 y 1988, y que le vale hasta el 2030, solicita
la licencia ambiental para extraer el material minero, muchas voces se han
levantado para impedirlo, acogiendo escritos de instituciones de prestancia científica
que han planteado argumentos que científicamente no son demostrables y al
efecto caen engrandes desaciertos. Dentro de esas mentiras en lo referente a la
parte hídrica, algunas de las más relevantes son: 1. Dicen que el agua del Cibao
Oriental nace en Loma Miranda. Afirmación sin fundamento en tanto que esas
instituciones carecen de los estudios rigor para medir los caudales
superficiales y subterráneos que se desprenden de esa montaña. Hablan de
manantiales y lagos subterráneos que nadie conoce su ubicación. Buscando exagerar
y confundir advierten que se desconfigurará todo el macizo montañoso, cuando lo
cierto es que solo se afectará una pequeña proporción de terreno.
2. Argumentan que el material minero que se extraerá
contiene minerales perjudiciales a la salud que afectara varias comunidades.
Supuesto ingrato en tanto que los sedimentos que pudiesen derramarse por las
aguas no contienen niveles tóxicos que puedan perjudicar la salud, como bien lo
demuestra el estudio de la firma ERM. Lo que es confirmado con la experiencia de
más de cuarenta años que tiene Falcondo extrayendo material de las Lomas de
Peguera y Ortega. Ya que no se conoce un solo caso de daño a ninguna persona,
animal, pez y/o planta. Basta decir que el río Yuna pasa por el centro del
proceso y que los riachuelos de Caribe y Loma la Peguera salen de áreas
adyacentes a la extracción de material, similar acontece en Loma Ortega con el
río Pontón y su afluente Mata Clara, muestras irrefutables que no se pueden
desmentir. 3. Suponen que 122 mil tareas cultivadas de arroz, y de otros
cultivos podrían ser afectadas en los alrededores de San Francisco de Macorís,
Fantino, Jima, Cotui, Rincón por los efectos de reducción de agua de la presa
de Rincón. Falsedades que buscan atemorizar y meter cuco a los moradores de
esas comunidades.
Pues esa presa no se hizo contando con las aguas escasas
que pudiesen llegar de esa loma, su principal abastecedor de agua es el río
Jima. 4. Dicen que Loma Miranda es una mina de agua, y que extraer el material minero
llevara sed y daños a los cultivos de varias comunidades, argumento que se
contradice al determinarse que los caudales de Jagüey, Miranda, Barraco y
Hatillo que pasan por los alrededores en donde se extraerá el material, no
alcanzan entre todos a 1.5m3/seg. Pues si fuera cierto que esa loma es una mina
de agua, los caudales de dichos riachuelos deberían exceder los 15m3/s, y las
lagunas y manantiales estuvieran por todas partes, pero estos no aparecen, por
lo que esas afirmaciones se desvanecen y carecen de objetividad y por
consiguiente se enmarcan en grandes desaciertos.
Se ha pretendido hacer creer que el macizo Loma Miranda
será destruido y que sus riachuelos serán sepultados, una burda falsedad ya que
la extracción del material con ferroníquel se realizara en una pequeña parte
del macizo montañoso. Todo quien lo considere tiene derecho a pretender que Loma
Miranda sea una reserva, un parque o cualquier otra cosa, pero nadie tiene
derecho a distorsionar y manipular los hechos, sobre todo cuando proceden de
instituciones que se les tiene como remansos de conocimiento. Los estudios de
impacto ambiental requieren de varios años de experimentación e investigación,
el presentado por Environmental Resources Management y Cor Ingeniería, SRL,
sobre Loma Miranda contratado por Falcondo con cinco años de duración, son
estudios de rigor, contrario a otros exploratorios y de corte académicos que en
modo alguno pueden usarse para avalar conclusiones y verdades científicas.
El caso Loma Miranda que aloja en sus entrañas miles de
millones de pesos en ferroníquel, y por tanto trabajo para cientos de personas
y bienestar para el país, requiere de serenidad, seriedad, responsabilidad y
compromiso. Es por lo que abogamos por una extracción responsable con apego a
los principios medio-ambientales internacionales establecidos, con una estricta
y permanente supervisión del Ministerio de Medio Ambiente y la Comunidad, a los
fines de reducir ulteriores pasivos ambientales, ya que los recursos naturales pueden
usarse reduciendo sus efectos dañinos, pues para eso son los estudios de
impacto ambiental. Dios crea los recursos naturales para provecho racional del
hombre.