Por ahora no hay
indicios que apunten que el atentado de Boston fuera parte de una trama más
compleja. Así lo afirmó este martes la secretaria de Seguridad Interior, Janet
Napolitano, que aseguró que las autoridades habían reforzado el número de
policías en las calles "por mera cautela" y no porque tengan pruebas
de que los autores de la masacre estén preparando un ataque similar.
Napolitano subrayó
la llamada a la colaboración de quienes estaban presentes en el lugar del
atentado y solicitó a los ciudadanos que enviaran sus
vídeo o sus fotografías de
los instantes de las detonaciones a los agentes del FBI.
Las autoridades
registraron este martes de madrugada un piso en Revere, un suburbio a ocho
kilómetros del centro de Boston, en busca de pistas del terrorista que colocó las bombas en
el maratón. El jefe del FBI en Boston, Richard DesLauriers, dijo que "la investigación está
muy activa", pero no existe actualmente ninguna
"amenaza" nueva.
La pista más
fiable que las autoridades han seguido hasta ahora les lleva a las afueras de
la ciudad, a la casa de un estudiante saudí. Los agentes entraron en el
complejo de apartamento de lujo del número 364 de Ocean Avenue, que se
encuentra situado en la orilla del mar. Según ha contado el compañero del piso
del sospechoso al 'Boston Globe', el saudí tiene 20 años, nació en Medina,
estudiaba inglés en Boston, es musulmán devoto y aficionado al
fútbol. El compañero de piso dice que no cree que el joven "pueda hacer
algo así".
Los agentes han
interrogado desde este lunes a varias personas, pero no han detenido a ninguna
y no han dado detalles sobre posibles terroristas. La policía de Boston
insistió este martes en que necesita ayuda de maratonianos y testigos que
tengan fotos y vídeos de la carrera. "Es la escena del crimen más complicada en
la historia de nuestro departamento", dijo Davis en una
rueda de prensa con políticos y agentes de seguridad. DesLauriers, del FBI,
prometió que su agencia "irá hasta el fin del mundo" para encontrar a
los culpables. Por esta razón, ha anunciado que investigará "a nivel
mundial" los
atentados.
La ciudad se ha
despertado este martes entre la incertidumbre y el horror de los detalles de la
masacre en la carrera. Los colegios y las universidades han abierto sus
puertas. Pero se ha suspendido el partido de los Celtics, el equipo de
baloncesto local, y la policía mantiene cerradas 12 manzanas en torno al lugar donde se produjo la
explosión. La ciudad está tomada por las fuerzas del orden y los perros policía
olisquean las bolsas de los viajeros en las estaciones de tren y metro. Los
bostonianos aún intentan hacerse a la idea de que su ciudad ha sido atacada.
La alerta
terrorista salpicó al aeropuerto de Logan, donde un avión de US Airways fue
rodeado y evacuado por la policía en torno a las diez de la mañana: las cuatro
según el reloj peninsular. Procedía de Filadelfia y de momento no hay
explicación sobre la posible amenaza. Media hora después, las autoridades evacuaron el
aeropuerto neoyorquino de La Guardia. Desde el lunes, ha habido
decenas de falsas alarmas por toda la ciudad.