Consumo bebidas energizantes duplican visitas a emergencias en todo el
mundo
A medida que la
popularidad de las bebidas energizantes ha aumentado, lo mismo ha sucedido con
el número de estadounidenses que buscan tratamiento en las salas de emergencias
de los hospitales tras consumir estas bebidas tan ricas en cafeína, informan las
autoridades federales de salud.
En un informe suministrado por el doctor Samuel Ramos indica que la mayoría de estos casos fueron en adolescentes o adultos jóvenes, aunque hubo un alarmante aumento en el número de personas a partir de los 40 años que llegaban a emergencias tras consumir estas bebidas.
Según el informe de la Administración de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental de EE. UU., los síntomas iban desde el insomnio, el nerviosismo, los dolores de cabeza y los latidos cardiacos acelerados hasta las convulsiones.
Las bebidas energéticas contienen altas cantidades de cafeína, que puede estimular tanto el sistema nervioso central como el sistema cardiovascular.
Los niveles de cafeína en las bebidas varían de unos 80 mg a más de 500 mg por lata o botella, según el informe, mientras que una taza de 5 onzas de café contiene 100 miligramos de cafeína, y una lata de 12 onzas de refresco contiene unos 50 miligramos de cafeína.
Las bebidas también pueden contener otros ingredientes que podrían fomentar los efectos estimulantes de la cafeína.
A los médicos, sobre todo a los cardiólogos, nos preocupa los altos niveles de cafeína en las bebidas energéticas, que pueden provocar un importante aumento de la frecuencia cardiaca, arritmias, y subir la presión arterial.
Si alguien sufre de cualquier afección cardiaca subyacente, esos dos efectos pueden resultar letales. Es bueno que el consumidor sepa lo que está consumiendo de ingerirlo.
El problema no es que las visitas al departamento de emergencia se dupliquen. Eso es un síntoma. La 'enfermedad' es que el gobierno no logre regular las bebidas energéticas.
El problema se ve agravado por el hecho de que la mayoría de consumidores, sobre todo los adultos jóvenes a quienes se estas bebidas, no estén conscientes de los graves riesgos de salud que conllevan.
Las preocupaciones sobre las bebidas energéticas han aumentado tras informes el pasado año sobre 18 muertes en los Estados Unidos posiblemente relacionadas con los productos.
En un informe suministrado por el doctor Samuel Ramos indica que la mayoría de estos casos fueron en adolescentes o adultos jóvenes, aunque hubo un alarmante aumento en el número de personas a partir de los 40 años que llegaban a emergencias tras consumir estas bebidas.
Según el informe de la Administración de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental de EE. UU., los síntomas iban desde el insomnio, el nerviosismo, los dolores de cabeza y los latidos cardiacos acelerados hasta las convulsiones.
Las bebidas energéticas contienen altas cantidades de cafeína, que puede estimular tanto el sistema nervioso central como el sistema cardiovascular.
Los niveles de cafeína en las bebidas varían de unos 80 mg a más de 500 mg por lata o botella, según el informe, mientras que una taza de 5 onzas de café contiene 100 miligramos de cafeína, y una lata de 12 onzas de refresco contiene unos 50 miligramos de cafeína.
Las bebidas también pueden contener otros ingredientes que podrían fomentar los efectos estimulantes de la cafeína.
A los médicos, sobre todo a los cardiólogos, nos preocupa los altos niveles de cafeína en las bebidas energéticas, que pueden provocar un importante aumento de la frecuencia cardiaca, arritmias, y subir la presión arterial.
Si alguien sufre de cualquier afección cardiaca subyacente, esos dos efectos pueden resultar letales. Es bueno que el consumidor sepa lo que está consumiendo de ingerirlo.
El problema no es que las visitas al departamento de emergencia se dupliquen. Eso es un síntoma. La 'enfermedad' es que el gobierno no logre regular las bebidas energéticas.
El problema se ve agravado por el hecho de que la mayoría de consumidores, sobre todo los adultos jóvenes a quienes se estas bebidas, no estén conscientes de los graves riesgos de salud que conllevan.
Las preocupaciones sobre las bebidas energéticas han aumentado tras informes el pasado año sobre 18 muertes en los Estados Unidos posiblemente relacionadas con los productos.