El
presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al hablar en una ceremonia en
memoria de las víctimas de una matanza en una escuela primaria de Connecticut,
dijo que su país no está haciendo lo suficiente para proteger a sus hijos
y se comprometió a poner en marcha un esfuerzo para reducir la violencia.
“No están solos en su dolor”, expresó Obama en un auditorio cargado de tristeza y llanto.
“Ustedes nos han inspirado con las historias y decisiones de sacrificio. No perdamos la esperanza, nos estamos renovando día a día con estos momentos terribles que estamos pasando”, añadió el mandatario.
Obama dijo que el futuro se presenta mejor y que este dolor “será temporal”.
El presidente exclamó que Estados Unidos está listo para compartir la "porción de tristeza" que sea necesaria por esta masacre.
Recordó los nombres de los docentes de la escuela que fueron asesinados y elogió su valor, dijo que dieron la vida por los menores.
El mandatario se refirió a las responsabilidades para educar y proteger a los hijos.
“Tenemos una responsabilidad para cada niño. Todos son nuestros hijos. Pregunto ¿estamos haciendo lo suficiente por ellos? La respuesta es no. Y tendremos que cambiar”, sentenció el presidente.
“No podemos tolerar esto más”, dijo con voz apesadumbrada.
Manifestó Obama que “estas tragedias deben terminar y para terminarlas hay que cambiar”.
Se dolió al expresar que es la cuarta vez, desde que es presidente, que asiste a este tipo de ceremonias causadas por una violencia que no tiene explicación,observó.
El momento más emotivo de la intervención del presidente fue cuando mencionó a cada uno de los niños muertos.
“Dios los llamó y esperamos que estén en el sitio celestial”, dijo.
Pidió consuelo eterno para las familias que hoy sufren la ausencia de sus seres queridos.
Obama dijo que hará lo que esté a su alcance para evitar estas tragedias y que para el efecto convocará a los funcionarios de la política y de la salud para enfrentar el problema.