El actor Ian McKellen “el rey de los anillos” revela
que tiene cáncer
El actor Ian McKellen ha revelado,
en una entrevista publicada el martes, que sufre cáncer de próstata en los
últimos seis o siete años, pero añadió que la enfermedad "no es
mortal".
McKellen, de 73 años, que hizo el papel de Gandalf
en la exitosa trilogía de El Señor de los Anillos ha
explicado al Daily
Mirror. "Sé que lo tengo
controlarlo, pero hay que tener cuidado de que no se propague. Pero si está
contenido en la próstata, no es gran cosa."
"Muchos hombres, muchos de ellos mueren a causa de
esta enfermedad, pero es uno de los cánceres que es completamente
tratable", agregó McKellen, uno de los actores más respetados de Gran
Bretaña, que también es bien conocido en Hollywood por apariciones en la
franquicia X-Men.
"Me someto a exámenes periódicos y no he tenido
ningún tipo de tratamiento." Eso sí, admite que temió lo peor cuando se
enteró de que tenía la enfermedad. "Tragué saliva cuando escuché la
noticia. Y pensé que quizá era el final del camino." Y añadió: "He
oído de personas que mueren de cáncer de próstata. Pero a mi edad si se
diagnostica, no es mortal."
El Hobbit se estrena en los cines esta semana.
McKellen, talento aparte, también se ha significado como
uno de los más distinguidos representantes de la comunidad homosexual, siendo uno de los
pocos actores que ha hablado abiertamente de su sexualidad sin
trabas de ningún tipo, ya fuera con la prensa o con sus colegas de profesión,
según informa Toni
García.
Para el británico, este es un tema especialmente
sensible, sobre todo en pleno siglo XXI: “Afortunadamente, cuando voy a ver una
película solo pienso si el actor es bueno o no, nada más, no me planteo cómo
será su vida privada o qué hará cuando llegue a casa. Entiendo que el hecho de
que el actor trabaja consigo mismo como instrumento, al contrario que un
escritor, por ejemplo, que trabaja con las palabras, puede provocar cierta
curiosidad. Así que puedo entender que la gente se intrigue. Ahora bien: si tú
hablas de ser gay, el asunto es distinto. Si alguien es homosexual y no quiere
que nadie lo sepa, creo que lo que hace en realidad con esa actitud es hacerse
daño a sí mismo, porque de alguna manera se avergüenza de lo que es. Que yo
sepa, no hay ningún heterosexual que se avergüence de serlo, eso no tiene
sentido para mí. Así que siempre animo a todos a que digan lo que son, porque
serán más felices. A los heteros les
gusta presumir de su condición sexual, así que no veo por qué los homosexuales
deberíamos ser distintos. Por eso creo que la mejor política es decidir cuándo
quieres que sepan de ti, te ahorrarás muchos disgustos. Lo que no me parece
bien es que mientas, que te pregunten si eres gay y digas que no. Eso creo que
es realmente malo. Es mejor que cuando te pregunten algo digas que no quieres
contestarlo: ¿Color favorito? Sin comentarios. ¿Animal favorito? Sin
comentarios. ¿Ciudad favorita? Sin comentarios”.