Peregrinos Loma Miranda no son recibidos en el Palacio, anuncian nuevas protestas
Después de cuatro días de peregrinación desde Loma
Miranda, decenas de hombres y mujeres de distintas organizaciones y movimientos
sociales llegaron al Palacio Nacional, con el fin de entregar al presidente
Danilo Medina una carta en la expresan la petición de que esta reserva natural
no sea explotada.
El disgusto y la impotencia marcaron su llegada a la
avenida Delgado con México cuando se les informó que quien los recibiría en
nombre de la casa de Estado, sería un general de la Policía Nacional, a lo que
se negaron.
Narciso Isa Conde, uno de los líderes que encabezó la
caminata, calificó la acción como una “barbaridad, porque la Policía no está
para eso”. Aseguró que el policía también presentó el argumento de “que ellos
no estaban en el Palacio y que los excusaran que sería en otra oportunidad”.
“Nosotros no venimos a verlos a ellos, venimos a
presentar un clamor de este país, defendiendo la patria, la vida, porque el
país está gravemente amenazado, y la amenaza creció esta semana con la
declaración de Peralta (ministro administrativo de la Presidencia), precedida
de la del director de Minería y el ministro de Medio Ambiente”, agregó Isa
Conde.
“Él (Danilo Medina), tiró la piedra por el lado de
Peralta y escondió la mano, pero lo que pasa es que eso no le ha dado
resultado, la gente está indignada y por esto además esta caminata, esta
peregrinación ha tenido tanto apoyo, tanta repercusión”, manifestó.
Los manifestantes no entregaron el documento, alegando
que la Policía Nacional no tiene la facultad para deliberar, ya que la
Constitución se los prohíbe, por lo que dicen que se debió nombrar a un
representante civil, acción que consideraron como una burla y un insulto al
pueblo.
“Vamos a hacer de todo, esto va a continuar. Ahora vamos
a los municipios, a las provincias, a las regiones. Paros, huelgas, marchas,
vamos a hacer de todo”, dijo Fernando Hernández, uno de los organizadores de la
peregrinación.
Aseguraron que continuarán su lucha hasta tanto el jefe
de Estado escuche su petición y los reciba.